Con la COP30 en Brasil a la vuelta de la esquina, el clima vuelve a ocupar un lugar destacado en la agenda mundial. Para convertir estos ambiciosos marcos en resultados tangibles, las ciudades europeas están tomando la iniciativa y experimentando con nuevas formas impulsadas por la comunidad para acelerar la transición ecológica. Al fin y al cabo, los habitantes de las ciudades están en primera línea del escenario urbano y serán los principales beneficiarios de la acción climática. En medio del pulso del cambio moderno, cinco de las 116 Buenas Prácticas premiadas por URBACT en 2024 destacan por integrar la ciencia ciudadana y la acción climática en el tejido de la vida urbana. Juntas, estas ciudades demuestran que la acción decisiva comienza a nivel local.
En el centro de su éxito se encuentra un enfoque participativo, en el que los residentes, los expertos y los funcionarios municipales colaboran para dar forma a soluciones que reflejen verdaderamente las necesidades de la comunidad. El diálogo estructurado desempeña aquí un papel fundamental: los responsables locales del clima ayudan a salvar la brecha entre los planificadores y los ciudadanos, convirtiendo las ideas colectivas en acciones urbanas concretas.