A medida que los efectos de la crisis climática se hacen cada vez más visibles, y las ciudades representan entre el 70 y el 75% de los recursos naturales totales y el 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, la necesidad de cambio es urgente. La economía circular ofrece una vía para reducir los residuos, mantener los materiales en circulación y apoyar la regeneración de los sistemas naturales.
Por ello, la Semana Verde de la UE de 2025 (del 3 al 5 de junio) se centrará en situar la circularidad en el centro de la transición económica europea. Esta prioridad refleja las ambiciones más amplias de la UE en el marco del Plan de Acción para la Economía Circular —un componente básico del Pacto Verde Europeo—, que pretende reducir la presión sobre los recursos naturales, ampliar el ciclo de vida de los productos y promover el crecimiento económico sostenible. Al alejarse de un modelo lineal de «tomar-hacer-desechar», la economía circular apoya los objetivos climáticos, mejora la competitividad y fomenta la innovación en todos los sectores.
En este contexto, URBACT contribuye activamente a la transición ayudando a los municipios a convertir la ambición en acción, haciendo que las ciudades sean más resilientes, eficientes en el uso de los recursos e inclusivas. Mediante el aprendizaje entre iguales y el intercambio de conocimientos, URBACT ayuda a las ciudades a diseñar, aplicar y transferir soluciones circulares eficaces.
Este artículo presenta cuatro Buenas Prácticas URBACT destacadas, parte de las 116 premiadas en 2024 por URBACT, que están dando pasos significativos hacia un futuro circular: C-City en Génova (IT), Halle 2 en Múnich (DE), Greening Logistics en Lucca (IT) y Viana Abraça en Viana do Castelo (PT).