Ocho Buenas Prácticas URBACT para reconectar las ciudades con la naturaleza

Edited on 08/07/2025

Veszprém, Hungría - Iniciativa "Ciudades de flores silvestres".

En toda Europa, las ciudades están redescubriendo el poder de la naturaleza: convirtiendo los espacios naturales en espacios sociales, transformando las cuencas industriales en centros de biodiversidad, reconstruyendo parques suburbanos, y mucho más. Las soluciones basadas en la naturaleza están transformando la forma en que las ciudades abordan la regeneración urbana. Estos planteamientos no sólo responden a objetivos medioambientales, sino que también prometen hacer las ciudades más sostenibles, asequibles y habitables.

URBACT viene apoyando a las ciudades europeas en el intercambio y la transferencia de Buenas Prácticas. Recientemente, a través de la convocatoria 2024, 116 prácticas han sido reconocidas por sus soluciones de desarrollo sostenible. 

Descubra ocho Buenas Prácticas de URBACT que aportan un nuevo giro (y a veces nuevas herramientas y tecnologías) a la regeneración urbana basada en la naturaleza y, en última instancia, cómo su ciudad puede aprender de ellas.

 

Biodiversidad urbana

 

Más allá de sus habitantes, las ciudades albergan una gran variedad de organismos vivos y ecosistemas. Prevenir la pérdida de biodiversidad, por tanto, va de la mano de la planificación de ciudades climáticamente neutras y resilientes. Las siguientes ciudades han demostrado que las soluciones basadas en la naturaleza pueden ser rentables, requerir poco mantenimiento y generar una fuerte aceptación pública.

 

#1 - Limerick (IE)
 

En Limerick, los espacios verdes suburbanos infrautilizados se han convertido en laboratorios de sostenibilidad dirigida por la comunidad. A través de Sustainable community (sub)urban greenspaces, la ciudad ha trabajado con los residentes locales para codiseñar y cogestionar zonas verdes en barrios de baja densidad.

 

La iniciativa ha capacitado a una red de Defensores Comunitarios del Medio Ambiente para liderar la iniciativa, identificando los lugares locales susceptibles de mejora y realizando actividades de repoblación forestal, plantación de árboles, jardines para polinizadores y zonas de biodiversidad.

 

#2 - Veszprém (HU)

 

El proyecto Wildflower Cities fomenta la biodiversidad urbana y las zonas verdes de bajo mantenimiento mediante la reintroducción de flores silvestres autóctonas en el paisaje urbano.

 

Esta práctica se concibió originalmente como una alternativa económica a la siega tradicional. Al principio suscitó escepticismo y preocupación por las ventajas de un césped «sucio» o descuidado en zonas públicas. Sin embargo, la práctica ganó el apoyo de la comunidad gracias a una inteligente campaña de educación pública que replantea la percepción de los prados «descuidados» como hábitats esenciales.

 

La práctica ayuda a la ciudad a reducir las emisiones y a ahorrar hasta un 20% de los costes de mantenimiento, al tiempo que fomenta los polinizadores, ahorra costes y aumenta la conciencia ecológica. También implica a escuelas y ciudadanos en la recogida y plantación de semillas, convirtiendo espacios pasivos en paisajes de aprendizaje activo.


 
¿QUÉ PUEDE APORTAR A SU CIUDAD?

 

Un factor común de ambos ejemplos es la implicación de los residentes locales en el codiseño y mantenimiento de las zonas verdes. ¿Cuál es el resultado? Un marco reproducible que permite activar soluciones de abajo arriba basadas en la naturaleza en entornos suburbanos y periurbanos.

 

Además, el cambio a praderas de flores silvestres –como ocurrió en Veszprém– puede ser una forma barata y de gran impacto de mejorar la biodiversidad urbana y cambiar la percepción pública.

 

 

Ver el bosque más allá/por los árboles

 

Muchas ciudades tienen espacios verdes con árboles y zonas arboladas, pero hasta hace poco no se había explorado su contribución al clima, la salud y el bienestar. Las siguientes prácticas emplean innovadoras herramientas y servicios forestales y ecosistémicos para proteger los bosques urbanos, destacando su papel esencial en la creación de ciudades más sanas y sostenibles.

 

#3 - Perugia (IT)

 

La práctica de optimización de los bosques urbanos de la ciudad utiliza herramientas cartográficas y plataformas digitales para evaluar los servicios que prestan sus zonas arboladas (por ejemplo, captura de carbono, sombreado, calidad del aire, ocio). Estos datos permiten mejorar las estrategias de mantenimiento y las decisiones de inversión. 

 

La ciudad ha desarrollado planes de silvicultura urbana que implican activamente a los ciudadanos en la plantación de diversos árboles, así como en la gestión (junto con los urbanistas) de los espacios verdes y naturales. 

 

Mediante talleres y actividades de divulgación local, los residentes aprenden cómo los bosques contribuyen a la resistencia climática y se les invita a configurar su futuro. La ciudad también ha elaborado directrices para otros municipios que quieran seguir su ejemplo.

 

#4 - Celje (SI)
 

A través de City Forest, Celje se propuso transformar su infrautilizado bosque urbano en un dinámico recurso comunitario. Mediante la mejora de los senderos, la señalización y las áreas de descanso -y la participación de escuelas y ONG-, la ciudad reposicionó el bosque como espacio de recreo, educación y bienestar.

 

Lo más notable es que el modelo de gobernanza es cogestionado: los ciudadanos y los agentes municipales comparten la responsabilidad de la programación y el cuidado. También demuestra que los activos forestales cercanos a los centros urbanos pueden convertirse en elementos centrales de las redes de infraestructuras verdes.

 

#5 - Área Metropolitana de Cluj (RO)

 

El proyecto de integración de los servicios ecosistémicos y la biodiversidad capacita a los planificadores locales y regionales para integrar los servicios ecosistémicos y los indicadores de biodiversidad en la política de ordenación del territorio.

 

Mediante sesiones de formación, talleres sobre escenarios y directrices de planificación, la iniciativa ayuda a integrar el pensamiento ecológico en las decisiones de zonificación e inversión. La dimensión metropolitana es clave: la práctica implica a múltiples municipios, alineando sus vías de desarrollo en torno a objetivos medioambientales compartidos.

 

La región también está poniendo a prueba corredores verdes, estrategias de arbolado urbano y esfuerzos participativos de ecologización.

 


 
¿QUÉ PUEDE APORTAR A SU CIUDAD?

 

Reimaginar los bosques urbanos como espacios sociales favorece una gobernanza integradora y unas relaciones más sólidas entre la comunidad y la naturaleza. Si nos fijamos en los ejemplos anteriores, las ciudades que aprovechan las herramientas digitales, la planificación integradora y las iniciativas educativas pueden liberar todo el potencial de su capital natural.

 

Directrices como las elaboradas por Perugia y Cluj pueden ayudar a otras ciudades a adoptar la silvicultura urbana y otras soluciones eficaces basadas en la naturaleza.

 

 

Infraestructuras naturales

 

Los bosques –como los humedales o las dunas– se consideran infraestructuras naturales porque son sistemas naturales de control de inundaciones, filtración de agua u otros sistemas de preservación. Los ejemplos siguientes muestran la necesidad de conocimientos y capacitación para garantizar soluciones eficaces basadas en la naturaleza que sean coherentes con las políticas y la gobernanza locales.

 

#6 - Budapest (HU)

 

A través de Biodiverse ComplexCity, la ciudad ha desarrollado un sistema de indicadores de varios niveles para evaluar el potencial ecológico de distintas zonas urbanas. Esta herramienta, creada en colaboración con científicos, planificadores y la sociedad civil, ayuda a fundamentar las decisiones sobre el uso del suelo, orientar la planificación urbana y dar forma a las inversiones ecológicas en toda la ciudad.

 

Budapest está integrando la biodiversidad en todas las fases del desarrollo urbano. El planteamiento conecta el conocimiento de los ecosistemas con la ordenación del territorio y aboga por una infraestructura verde multifuncional que sirva tanto a las personas como a la naturaleza.

 

#7 - Ormož (SI)
 

¿Qué ocurre cuando las infraestructuras naturales se quedan obsoletas? En Ormož, la iniciativa Transforming wastewater basins into a biodiversity hotspot (Transformar las cuencas de aguas residuales en un punto caliente de biodiversidad) ha transformado antiguas cuencas de tratamiento de aguas residuales en un próspero parque natural. Gracias a la restauración ecológica y a una cuidadosa planificación, el lugar atrae ahora a más de 200 especies de aves y fue incluido entre los finalistas para los premios de la red de zonas protegidas Natura 2000 de la UE en 2020.

 

El proyecto también incluye un centro de educación sobre la naturaleza, torres de observación y rutas de senderismo, que fomentan la educación medioambiental y el ecoturismo. Y lo que es más importante, el proyecto ha contado con la participación de la comunidad local, creando puestos de trabajo y aumentando el orgullo cívico. Es un ejemplo potente de transformación de ruinas industriales en espacios regeneradores.

 


 

¿QUÉ PUEDE APORTAR A SU CIUDAD?

 

Evidentemente, la reconversión de zonas postindustriales en centros de biodiversidad aporta regeneración medioambiental y económica (por ejemplo, turismo, economía circular). Como se ha visto en Gátova, las ciudades pequeñas pueden incorporar los ecosistemas locales en planes de sostenibilidad holísticos a largo plazo para la resiliencia urbana.

 

Además, el uso de indicadores de biodiversidad en la planificación urbana permite estrategias ecológicas basadas en datos que funcionan en todos los departamentos. La cartografía digital de los servicios ecosistémicos ayuda a las ciudades a optimizar los recursos forestales para la resiliencia climática y la salud pública.

 

 

Basadas en la naturaleza, centradas en la ciudad

 

URBACT ha seleccionado estas ocho prácticas porque son eficaces y reproducibles: desde parques suburbanos hasta bosques regionales, desde humedales postindustriales hasta pueblos de montaña. Demuestran que la integración del pensamiento ecosistémico en la planificación urbana puede alinear la naturaleza, la política y los objetivos de desarrollo. De este modo, las infraestructuras naturales pueden servir a múltiples objetivos urbanos: actividad física, salud mental, adaptación al clima y educación ambiental.

 

Inspírese consultando la base de datos completa de Buenas Prácticas URBACT. Tanto si se trata de una gran área metropolitana como de una pequeña ciudad, puede aprovechar la red de Buenas Prácticas URBACT para aprender, adaptar y ampliar estas ideas.

 

¿Está interesado en transferir Buenas Prácticas URBACT inspiradoras a su ciudad? La convocatoria de Redes de Transferencia URBACT está abierta hasta el 30 de junio de 2025. Aún está a tiempo de presentar su solicitud.

 

¿Quiere saber más sobre la visión de URBACT de las soluciones basadas en la naturaleza? Las soluciones basadas en la naturaleza son una de las principales áreas de especialización del programa URBACT. Manténgase al día y consulte el Knowledge Hub, ya que se publicarán más contenidos antes de finales de 2025.

 

¿Quiere seguir leyendo sobre biodiversidad y soluciones basadas en la naturaleza? Eche un vistazo a este estudio de URBACT, que explica cómo comprender y planificar la biodiversidad urbana y las soluciones basadas en la naturaleza es clave para liberar todo el potencial de estos espacios verdes.

 

 

Traducción del artículo original de la web de URBACT: https://urbact.eu/whats-new/articles/eight-urbact-good-practices-reconnect-cities-nature 

 

 

Submitted by on 02/07/2025
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Isabel Gonzalez Garcia

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